Se trata de uno de los edificios más antiguos de Gernika, ya que sobrevivió al bombardeo. Se encontraba pintado con formas y colores que no respetaban la solemnidad e historia de la fachada.
Nuestra propuesta trata de dar continuidad a la nueva imagen corporativa. Las formas geométricas que salvan cornisas de más de un metro se deconstruyen según el punto de vista. Además la gran escala dota de cierta magnitud a la imagen del conjunto.